Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales


Cierre del acto de ingreso en la Academia del Exmo. Sr. D. Pascual Rivas Carrera realizado por el Excmo. Sr. Presidente de la Academia



Excmo Sr. Rector D. David Aguilar, Excmo Sr. Presidente de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía, D.Antonio Pascual Acosta,
Iltmas. Autoridades e Iltmos compañeros Académicos, Sras y Sres.
Me van a permitir unas palabras de introducción que justifiquen el interés del Acto para la Academia de Ciencias. En este pleno destaco, en primer lugar, el nivel científico y, en especial, humano de los que han intervenido. En segundo lugar, resalto la brillantez del nuevo académico de Naturales, Pascual Rivas, soportada por un discurso actual dentro de su especialidad. Personalmente me ha parecido un discurso riguroso y documentado. Le emplazo a continuar en esa línea de rigor y esperamos contar con él para diferentes misiones académicas, así como con su extraordinaria empatía personal.
La contestación que realizó el Profesor Vera Torres, en nombre de la Academia, la considero un modelo a seguir por su elegancia, sobriedad y rigor científico. En concreto, le ha contestado en el contexto de la crítica científica más rigurosa y con una base de datos perfectamente documentada. Como Presidente de la Academia me es grato subrayar públicamente, tanto el nivel científico de los discursos, como su adecuación, que agradezco personalmente en nombre de la Academia.

Las tentaciones simplificadoras


A continuación presentamos unos comentarios, para el cierre del Acto, sobre una importante tentación simplificadora que enmarco en el contexto de un paradigma. Nuestra Sociedad evoluciona con gran rapidez, tanta que la historia tiene poco valor de referencia. En el día a día, la Sociedad está confundiendo los comportamientos, responde pasionalmente y no usa como referente para sus decisiones, el indispensable discurso de la Ética y de la Ciencia. En este contexto presentamos la contraposición entre diferentes resultados científicos y las correspondientes percepciones sociales. A estas alturas del siglo XXI sería profundamente negativo que “la utopía ecologista” fuese para la sociedad un nuevo “opio para el pueblo” como para Marx representaba la religión.

El paradigma de la Sociedad global (ecología, ingeniería y ciencia)


La Sociedad y la Ciencia deberían dedicar mejores y mayores esfuerzos en plantear y resolver los problemas globales tan graves que hoy tiene la humanidad. Estos problemas están globales conectados con las contaminaciones Físico-Químicas (efectos sobre el clima, sobre el ozono, abonos nitrogenados, lluvia ácida, nieblas urbanas, etc.) y se han detectado experimentalmente en las últimas décadas. Estos problemas son importantes en el presente y pueden ser muy graves para el futuro de la humanidad. La antinomia que sugiero reside en lo siguiente: para lograr una Sociedad Sostenible, se debe cumplir el Postulado de la Solidaridad. Que supone asumir como punto de partida el tener en cuenta a todos los habitantes de la Tierra, los actuales y los futuros. Cualquier solución local (nacional) que no respete esta universalidad, esta condición necesaria por muy democráticamente que se elabore, resultaría autoritaria con el resto de la Sociedad.
Nuestra Biosfera ha demostrado estar reñida con las soluciones locales (en política estas son las de corte nacionalista). También se conoce que los problemas mundiales sólo se resuelven con medidas globales. Sin embargo, en la actualidad los problemas globales se intentan resolver con soluciones locales: ecológicas (políticas verdes) y de ingeniería (políticas de control de la contaminación). No se utilizan las políticas científicas de prevención, de ahorro de recursos, etc. Pero piénsese que las soluciones científicas son precisamente las que permiten una aplicación universal (en todos los países). Las soluciones basadas en la Ciencia son, además de cuantitativas, integradoras, es decir, tienen presente los puntos de vista ecológico (políticas verdes) y tecnológico (normas y control). Por supuesto, son siempre solidarias por su universalidad (Postulado de la solidaridad).
Para esta enorme reconversión de la Sociedad, tan necesaria y urgente, la Educación científica desempeña un papel de condición previa esencial. La Sociedad debe acertar en la elección de su destino democráticamente, pero siendo responsable simultáneamente de elecciones globales muy complejas. Por ejemplo, qué tipo de centrales de Energía se van a utilizar, qué abonos, qué alimentos, etc. Las decisiones sobre alimentos transgénicos, sobre células madre, la generalizada medicina nuclear, etc., son extraordinariamente complejas (incluso científicamente), pero constituyen los nuevos pilares de la Sociedad. Por consiguiente, la libertad y la responsabilidad correlacionada del pueblo exige cada vez con mayor premura una intensificación de la Educación científica.
Para lograrlo, es urgente desterrar cantonalismos y los intereses miopes de los clanes, sean familiares, regionales, autonómicos o nacionalistas. La tarea educativa es tan inmensa y tan lenta, como todas las conectadas con la ciencia y la cultura, que sólo cabe aunar esfuerzos y voluntades. Esto exige, por ejemplo, potenciar los medios de formación científica. Hay que recordar una vez más, que los descubrimientos se suceden a ritmo exponencial, en cambio el aprendizaje se realiza con un ritmo lineal. Existe, por tanto, una gran urgencia social de utilizar y generalizar los medios globales de la educación. La generalización de la utilización de Internet y de la Sociedad de la información, junto a la corresponsabilidad de los medios de comunicación de masas: Radio, Prensa y TV.
La vida en la “nave” Tierra evoluciona y las consecuencias de las acciones del hombre, por primera vez en su historia, interaccionan fuertemente con ella. El cambio del clima, por ejemplo, ya se ha comprobado científicamente (en los modelos de clima más sencillos, la temperatura T representa el clima y esta ha aumentado en 0.5 grados en media, en los últimos 50 años, con previsiones preocupantes. ¿Este aumento es importante para los científicos?. La respuesta es un sí rotundo, dado que un aumento en la temperatura media de la Tierra, de 3 a 5 grados, implicaría un cambio glaciar, como los sucedidos hace millones de años, pero más dramático, debido al corto plazo (un par de cientos de años). Incluso al aumento actual de medio grado, según un artículo científico aparecido en Diciembre del 2003, es ya responsable de notables efectos sobre los hielos marinos y los glaciares. Los hielos se funden, el “permafrost” se deshiela y la tundra cede terreno a los arbustos. Esta frase no es de Julio Verne, sino de una revista científica. ¿Cómo afectaran estos cambios al Ártico y al planeta entero? ¿Cómo se puede tener al pueblo y a la sociedad tan despreocupada de riesgos tan cercanos? Los científicos consideran que se están creando en el planeta las bases de cambios brutales, si el actual derroche de energía sigue. Hay otros cambios globales igualmente muy graves por sus efectos, dado que pueden afectar la existencia del hombre sobre la Tierra, si no se pone rápido remedio. Por ejemplo: la utilización de abonos con nitrógeno reactivo, la disminución de la capa de ozono, las macrociudades. Todos los anteriores problemas globales tienen una conexión esencial con el excesivo consumo de energía. El ahorro de energía concluimos algunos científicos es la central de producción de energía más importante y la condición necesaria, aunque no sea suficiente, para la sostenibilidad del planeta Tierra.
La energía es el soporte de cualquier Sociedad avanzada. De las fuentes propias y de la forma de su producción va a depender el nivel de cada país. Es fácil caer en la tentación simplificadora de discutir en el plano “ popular”, qué fuentes son las más convenientes, si la energía nuclear, las térmicas de carbón o petróleo o bien las centrales de ciclo combinado, por no decir las basadas en las fuentes de energía renovable. Hay incluso colectivos que las enfrentan, haciendo gala de pensamiento bidimensional
En esta Academia, algunos consideramos que la Sociedad debe dejar ya de discutir sobre lo que científicamente no se sabe y también, claro está, sobre lo que científicamente ya se sabe. El problema de conocer el camino que debe seguir la Sociedad no es tan difícil, al menos los hitos para su identificación son sencillos de reconocer:
  • Uno de ellos es la solidaridad, que se encarna en el respeto al hombre y a la humanidad.
  • El otro, la educación de los pueblos que constituye el procedimiento esencial para que sean verdaderamente libres, sin dogmas, pero sin nuevos mitos.

La educación humana y especialmente la educación científica, debe ser la primera e ineludible tarea de la Sociedad. La educación, no sólo debe constituir una forma de estar en la Sociedad, debe ser la forma necesaria e integradora de vivir y servir a la Sociedad.
Hace falta que desaparezcan los señores de la guerra y también los señores que contraponen con violencia la paz. La sociedad está cada vez más necesitada de la tercera vía la formada por los maestros, los señores de la educación. Parece perentorio impartir una educación de mayor rigor y también elevar mucho más el nivel científico de la Sociedad civil. Así, al menos, se evitaría su fácil manipulación.
En síntesis, los problemas globales de la nave Tierra exigen tratamientos y comportamientos globales. Desde esta tribuna académica se propone una formación científica más generalizada y exigente, junto a una potenciación de la consideración y respeto social del magisterio. Con frecuencia la sociedad entiende que la cultura científica permite lograr una mayor libertad del individuo, aunque no acabe de percibir que le exige también ser más responsable. Los graves problemas globales que la humanidad tiene planteados necesitan esencialmente de esta última característica, la responsabilidad social.
A las autoridades, en general, y a las académicas en particular, les solicito en nombre de esta Academia de Ciencias, que no sólo exijan rigor educativo y calidad investigadora, sino que faciliten los medios materiales para lograrlo, es decir, para realizar una docencia más rigurosa y una investigación solidaria y responsable con la Sociedad, más en consonancia con alcanzar un mundo sostenible (hoy se hacen inversiones astronómicas para investigar cuestiones globalmente intrascendentes). La propuesta que se realiza es compatible con el respeto a la verdadera “libertad de Cátedra” y en esto creo debería consistir la auténtica “responsabilidad” investigadora con la Sociedad.
He pretendido expresar una opinión, como siempre, con excesiva vehemencia y pido excusas por ello, pero el objetivo esencial de las Academias lo merece, en este caso: que nuestra hermosa “nave Tierra” pueda continuar el rumbo de manera sostenible, es decir, solidaria con todos los pueblos del presente y del futuro. En síntesis, se pretende que las soluciones que se implanten permitan vivir a todos los hombres con la libertad que supone tener las mismas oportunidades, con independencia del país de nacimiento, de acuerdo con el Postulado de la Solidaridad.